Este pequeño pez constituye una de las capturas más frecuentes de la pesca en embarcación en la línea costera. De régimen bentónico, vive en pequeñas grietas y oquedades fondos rocosos, a una profundidad que suele situarse entre los cinco y los cien metros.
El pez cabra o cabrilla es un pescado blanco con una carne increíblemente tersa, que sugiere sabores muy intensos. Su camuflaje es perfecto siendo difícil distinguirlos.
Desde el punto de vista económico y gastronómico, la cabra es uno de los pescados más sabrosos de los que encontramos en el mar.
Como la mayoría de los miembros de la familia serranidae, la cabra lleva una vida sedentaria cerca del fondo, a menudo dentro de cuevas y agujeros. Su librea, de tonos terrosos, rojos ocres y marrones, también es característica de los peces de fondo.
Es hemafrodita y pone entre 20.000 y 100.000 huevos. Freza en primavera o al principio del verano, dependiendo de factores como la temperatura del agua o la profundidad.
De régimen estrictamente carnívoro, pica con decisión a cualquier carnada que le quepa en las fauces.
Gastronómicamente es apreciado, pues sus carnes son muy finas y sabrosas.