Friend of the Sea cifra en 4,7 millones los habitantes del planeta que dependen de la pesca. BirdLife International calcula que cada año mueren más de 500.000 aves marinas en el mundo, atrapadas en anzuelos o redes. Combinar la protección de esa fauna con el derecho de los marineros a vivir de la pesca es posible, por la experiencia de la Comisión para la Conservación de los Recursos Marinos Vivos Antárticos. Sector, ecologistas y gobiernos español y gallego pactaron ayer en Burela actuar unidos para reducir la captura acccidental de aves con palangre de fondo en caladeros europeos. Eso sí, sin minar ingresos a la flota y sin poner en peligro a las tripulaciones. Para salvar aves y evitar pérdidas y problemas a los barcos, bastan cambios de hábitos, sin inversiones relevantes. Por ejemplo, largar el palangre de noche y sin luces en la cubierta.

Unánime, ese planteamiento se expresó ayer, en Burela, en un taller sobre capturas accidentales de aves marinas con palangre de fondo. Comparten ese criterio armadores como Juan Antonio Regal, ornitólogos como Pep Arcos (SEO-BirdLife), científicos como Álvaro Barros (biólogo) y Roberto Serralde (Instituto Español de Oceanografía), gestores como Mercedes Rodríguez (Productores Pesqueros de Lugo) y Javier Garat (Cepesca), y autoridades como Andrés Hermida (secretario de Pesca) y Rosa Quintana (conselleira de Mar).

Burela y Celeiro erigen a A Mariña lucense como capital europea de la merluza fresca, con descargas de barcos españoles, así como franceses e ingleses de capital español. Rondan la mitad de la cuota europea de ese pescado. Y están especializados en la pesca con palangre de fondo, conocido como pincho de Gran Sol.

Ese arte ya está reconocido como de los más selectivos y sostenibles, medioambiental, social y económicamente, y con menos descartes. Los pincheiros suelen largar los aparejos de noche. Está comprobado que si apagan las luces de popa, capturan menos aves, que les restan pescado y causan pérdidas económicas.

Ayer, en Burela, el armador Juan Antonio Regal explicó otras medidas ya adoptadas por parte de la flota española. Por ejemplo, colocar líneas espantapájaros en la popa (por donde largan) y un espantapájaros en la zona de virado (de recogida del aparejo). También sirve apurar el tiempo para que la línea se hunda más rápido. O evitar que los anzuelos se enganchen en cubierta para que no se tense la línea madre y atraiga a las aves. Barcos prueban ahora un sistema láser para ahuyentar esa fauna.

El palangre de fondo consiste en una línea madre de varios kilómetros de largo sobre la que cuelgan miles de anzuelos, cebados con sardina. La flota de A Mariña lo usa para pescar merluza. Depende de épocas e incluso de días, pero en Gran Sol miles de aves pueden rodear a los barcos. Ávidas de comida, en los palangres caen pardelas, gaviotas tridáctilas, gaviones, fulmares, alcatraces, petreles o frailecillos.

Mil aves enganchadas al año

El biólogo Álvaro Barros expuso las conclusiones de un estudio del 2007, según el cual las aves quedan atrapadas al calar o recoger el aparejo. Estima que al año, en Gran Sol, pueden quedar enganchadas en un palangrero casi 1.000 aves, aunque no evaluó la pérdida económica para el barco. Roberto Serralde, del Instituto Español de Oceanografía, detalló los resultados de otra investigación, según la cual en siete mareas cayeron en un palangre de fondo 40 aves.

Isabel López, de la Dirección de Sostenibilidad de la Costa, resumió la opinión generalizada: las aves marinas están amenazadas en tierra y mar, y para la pesca son un problema si las capturan. Se puede minimizar con medidas «sencillas, económicas, seguras y que no resten capturas de la especie objetivo».

Andrés Hermida y Rosa Quintana reiteraron su apuesta común por procurar el «equilibrio entre la protección de los recursos y la rentabilidad económica», por «compatibilizar la pesca con el cuidado del medio ambiente».

Fuente: La Voz de Galicia

http://www.lavozdegalicia.es/noticia/maritima/2015/12/03/pescar-noche-luces-salva-aves-marinas-peligran-marineros/0003_201512G3P41991.htm