Pescado muy sano

Los expertos coinciden en que una dieta sana es aquella equilibrada que aporta la cantidad de calorías adecuadas al consumo energético de la persona, según su edad, actividad física y estado de salud y que está basada en la utilización de una amplia variedad de alimentos. El pescado es uno de los componentes que debe de estar presente en la misma, en forma de varias raciones a la semana.

 

Sin entrar en problemas concretos, los especialistas señalan que el pescado es un alimento muy beneficioso por sus características nutricionales. Podemos destacar que constituye una excelente fuente de proteínas, minerales (hierro, magnesio, selenio, etc.) y ácidos grasos omega-3 y presenta un bajo contenido en calorías, grasas saturadas y colesterol. Pero no todo son ventajas, pues los estudios indican que acumulan cantidades importantes de metales pesados -principalmente mercurio-, que podrían resultar tóxicos para el organismo.

 

Como ventajas de su consumo:

-Las proteínas del pescado contienen todos los aminoácidos esenciales.

-Aporta vitaminas A y D con un equilibrio muy adecuado de los nutrientes

-El consumo habitual de pescado se relaciona con un menor riesgo de muerte por enfermedades cardiovasculares, depresión, infarto y demencia senil.

-Es fuente de minerales como yodo, zinc, calcio, hierro y fósforo, fundamentales para el organismo.

-En mujeres embarazadas y en época de lactancia y niños en los primeros años de desarrollo es fuente de ácidos grasos y yodo, necesarios para el desarrollo del sistema nervioso central.

-Su alta digestibilidad lo hace apto para cualquier situación en que existan problemas de digestión.

-Uno de los componentes nutritivos más interesantes presentes en el pescado es el famoso omega-3, un ácido graso poliinsaturado que participa en el control de la tensión arterial, mejora la función cardiaca y reduce el impacto de otros factores de riesgo cardiovascular. Lo hallamos en la grasa de pescados de agua fría, mariscos, aceites vegetales, algas, nueces, lino, leche, huevos, etc. Los pescados más ricos en este ácido graso son la sardina, el atún rojo, el salmón y las anchoas. El pescado de acuicultura tiene más grasa que el salvaje pero es menos rico en omega 3

 

Debemos tener en cuenta que:

-Pueden acumular elementos minerales o contaminantes de origen natural o artificial como las biotoxinas, presentes, por ejemplo, en los bivalvos. Consume únicamente los que se han sometido a rigurosos controles de calidad y cuyo origen es conocido.

-Pueden presentar parásitos, siendo el más preocupante y frecuente el anisakis, que se elimina con el calor. Si lo vas a consumir en crudo, debe ser congelado previamente durante al menos 24 horas a una temperatura de -20º C.

-El pescado de acuicultura puede acumular más tóxicos en su grasa que el salvaje debido a que se alimenta (entre otras cosas) de peces que están a su mismo nivel en la cadena trófica. También puede llevar aditivos químicos, antiparasitarios, antibióticos, etc. En estas industrias se producen bivalvos (mejillones, almejas, etc.), peces que se alimentan de algas y plancton (carpas) y omnívoros (que comen de todo como el salmón). No es imprescindible eliminarlos absolutamente de la dieta; simplemente, controlar su consumo.

-Cuidado con los fraudes: hacer pasar congrio como merluza, fletán como lenguado, pota como calamar,…

 

Recomendaciones:

-Si compras pescado fresco, que lo sea de verdad: ojos negros, branquias rojas y brillantes, escamas bien pegadas, enteros. El marisco con movilidad, olor a fresco y bien etiquetado.

-Opta por pescado de litoral. Intenta evitar los que proceden de aguas lejanas, los de piscifactorías mal controlados y tratados, los que acumulan dioxinas y metales pesados, etc.

-Elige pescado de temporada.

-No compres a furtivos ni en época de veda o con alerta de toxinas.

 


 

Fuente: La Opinión A Coruña

(http://www.laopinioncoruna.es/sociedad/2015/03/16/pescado-sano/937465.html)